Los piercings y los problemas dentales

La boca es una parte especialmente sensible que requiere una atención y un cuidado especial, por eso es importante tener en cuenta las consecuencias que puede implicar llevar un piercing.

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Los piercings y los problemas dentales

¿Estás pensando en llevar o llevas un piercing en el labio, la lengua o la mejilla? Si es así, antes de nada, deberías informarte de cuáles son los riesgos que conlleva.

Los piercings están de moda actualmente entre las nuevas generaciones. Ya llevan años en auge entre los jóvenes y los adultos. Existen muchas zonas en las que se pueden realizar, prácticamente en casi todas partes del cuerpo siempre y cuando se respete la anatomía de la zona elegida. Una de las zonas más populares es la boca, pues dentro de la boca se pueden realizar perforaciones en el labio, lengua, mejillas e incluso en la úvula, comúnmente conocida como la campanilla.

Sin embargo, estos piercings en la boca pueden derivar a varios problemas dentales que hacen falta sopesar antes de realizarlos. Pues, si no hay un cuidado óptimo el problema se puede agravar y no ser reversible o tener una solución costosa y dolorosa. Cada uno es libre de realizar con su cuerpo lo que quiera, pero en temas de la salud es mejor consultar a los expertos para que por lo menos te den las precauciones y consejos a seguir.

Hay piercings que van a tener un tratamiento diferente a otros, igual que unos afectarán de una manera diferente a los demás. Todo depende de la zona en la que se encuentre el piercing, aunque sí que existen problemas dentales comunes entre todos. Como los siguientes que se van a numerar a continuación:

  • El primer problema sería sufrir una infección, dolor o hinchazón. Puede ser leve, porque hace falta recordar que un piercing no deja de ser una herida que necesita ser cicatrizada. Por lo que es normal sentir dolor al realizarse, o un hinchazón porque se va perforado una zona con vasos sanguíneos, más en la lengua donde hay muchos. El problema sería más grave si este dolor o hinchazón no disminuye con el paso de las horas tras realizarse el piercing. Igual que si la zona donde está el piercing se infectase. Habría que retirarlo porque puede ser una señal de rechazo por parte del cuerpo.
  • Después, si un piercing está mal realizado o se ha escogido una zona delicada un problema más grave es haber pinchado un nervio. Esto puede ser normal, porque el perforador no conoce dónde están los nervios situados de cada persona. Tiene un conocimiento, pero hay veces que ocurre. Por ejemplo, al realizar un piercing en la lengua se puede atravesar un nervio, lo que conlleva una molestía y puede  derivar en pérdida parcial del gusto en esa zona.
  • Por otro lado, cuando se introduce un objeto que resulta extraño dentro de la boca, una consecuencia es la sialorrea. Esto significa que vas a producir mucha más saliva de lo habitual, lo cual te costará tragar y también hablar en unos días. Este efecto secundario irá disminuyendo con el paso de los días porque la boca se acostumbrará a sentir el piercing y dejará de ser un objeto extraño. Es igual a cuando se coloca un aparato dental o un extensor de mandíbula.
  • El último problema común es el rechazo al metal del piercing. Actualmente, la mayoría de las piezas de joyería diseñadas para piercings son hipoalergénicas. Sin embargo, no sería la primera vez que el cuerpo lo repele y tiene una reacción alérgica. Por eso es mejor escoger piezas de joyería de calidad, de materiales como el titanio que es lo que se usa para realizar las piezas de los implantes dentales que no suelen dar problemas alergénicos.
Catarroja Dental Mujer usando enjuague bucal
  • Después, hay problemas específicos a cada tipo de piercing. El de la lengua quizás al principio te dificulta al hablar, porque el piercing en la lengua va a topar en ciertos movimientos con el paladar a la hora de hablar. Después, los realizados en los labios o en el frenillo pueden dañar el esmalte de los dientes con la fricción y los golpes que causen en ellos. Mientras, el de la campanilla al tragar va a ser muy molesto, además de que es muy probable que se infecte por eso hay anilladores que se niegan a realizarlos.

Al final, los piercings no dejan de ser una modificación estética que la gente decide realizarse, esto conlleva efectos secundarios tras ponerlos. Lo importante es saber cuidarlos, y pensar a largo plazo. Acudir al dentista para llevar una buena higiene bucal es importante, si él ve algún problema te recomendará qué hacer con el piercing para que el problema dental no sea más grave.

En cualquier caso, si está sufriendo algún síntoma que te está afectando de forma directa a tu salud bucal, visita tu clínica dental y pide la ayuda que sea necesaria para frenarlos.

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